Anidada en el corazón de San Miguel de Allende, una joya del México colonial, se encuentra una encantadora residencia de dos pisos que ejemplifica el encanto y la atracción de la región. Escondida dentro de una comunidad cerrada con alberca, esta casa ofrece un santuario sereno a solo diez minutos a pie cuesta abajo de el vibrante jardín principal y la icónica Parroquia de San Miguel Arcángel.
Anidada en el corazón de San Miguel de Allende, una joya del México colonial, se encuentra una encantadora residencia de dos pisos que ejemplifica el encanto y la atracción de la región. Escondida dentro de una comunidad cerrada, esta casa ofrece un santuario sereno a solo diez minutos a pie cuesta abajo de el vibrante jardín principal y la icónica Parroquia de San Miguel Arcángel.
Al acercarse a la residencia, te recibe una explosión de colores mientras las plantas convergen con paredes rojas, creando una fachada pintoresca que evoca la esencia del México colonial. La entrada cerrada garantiza privacidad y seguridad, invitándote a retirarte a la tranquilidad después de sumergirte en la animada atmósfera del pueblo.
Al entrar, te reciben en un espacio luminoso adornado con acentos coloniales tradicionales. El suelo de baldosas de terracota y las vigas de madera expuestas aportan calidez y carácter a la habitación, mientras que las grandes ventanas enmarcan vistas de la exuberante vegetación que rodea la propiedad.
Adyacente a la sala de estar, un encantador jardín te llama, lleno de flores fragantes y follaje verde. Este íntimo refugio al aire libre ofrece un remanso de paz para cenar al aire libre o para la contemplación tranquila, envuelto en los sonidos y vistas de la naturaleza.
Subiendo la escalera al segundo nivel, encontrarás dos dormitorios bellamente decorados, cada uno ofreciendo un oasis privado para el descanso y la relajación. Amuebladas con camas cómodas y decoradas con buen gusto, las habitaciones irradian calidez y hospitalidad. Las puertas de cristal se abren a un amplio balcón, donde una acogedora zona de estar te invita a relajarte y admirar las vistas panorámicas de la comunidad y las majestuosas montañas más allá.
En el exterior, la comunidad cerrada cuenta con una impresionante área de piscina, ofreciendo a los residentes un escape tranquilo del ajetreo y el bullicio del pueblo. Rodeada de exuberante vegetación y árboles balanceándose, la piscina proporciona un respiro refrescante en días cálidos, mientras que las tumbonas te invitan a tomar el sol y disfrutar de la serena atmósfera.
En este idílico refugio de estilo colonial, rodeado de flores, vegetación y la belleza atemporal de San Miguel de Allende, cada día es una celebración del rico patrimonio cultural y esplendor natural de México. Y con su ubicación ideal a solo unos momentos del centro del pueblo, puedes sumergirte fácilmente en la vibrante energía de San Miguel mientras disfrutas de la paz y la tranquilidad de tu propio oasis privado.